EL LUGAR DE MI RECREO de Ana Beltrá

Tras el sedimento vivencial dejado por las extensas junglas salvajes en exposiciones anteriores, la artista Ana Beltrá nos plantea reflexionar acerca de la necesidad de contar con trincheras de introspección donde demos rienda suelta a todo nuestro potencial imaginativo en nuestro entorno urbano más inmediato: nuestras junglas particulares. Pequeños lugares o rincones-burbuja donde nos sintamos libres para  encontrar nuestra verdad dentro de la vorágine urbana y que permitan subrayar nuestras cualidades más positivas.

Buscando el roce de las hojas por la ciudad, como aparece en una de sus piezas, anhela más espacios de inspiración cercanos, entornos más afables, más estimulantes… que la suma de todos esos espacios particulares llene de sentido e inspire la convivencia de una sociedad.

Nuestra especie es de mente creativa, aunque cada vez se lo ponemos más difícil. El entorno frecuentemente falla. Los artistas buscan lugares de inspiración donde los fenómenos de creación sucedan de la manera más espontánea posible…

Desde esa perspectiva, el patio interior de la artista Ana Beltrá busca reflexionar sobre qué variables hacen de un rincón un espacio de inspiración y por qué no tratamos de construir dichos entornos en nuestro acontecer diario. Quizá una de las variables sea la necesidad del retorno a lo natural, al vergel perdido, a los sonidos y colores que antaño nos rodeaban. Incorporar las plantas en nuestra rutina no como algo ornamental sino como necesario para nuestra higiene mental se antoja como una alternativa racional.

Es así como nace la ensoñación de que son las propias plantas las que salen a la calle a reivindicar un mayor protagonismo no como meras decoradoras de parques sino como protagonistas de nuestro día a día, inspiradoras de lo mejor que hay en cada uno de nosotros y depuradoras de tanta tensión que se respira en nuestros entornos basados en la productividad. De una manera surrealista se teatraliza esta acción buscando llamar la atención mediante la coloración activa de sus hojas como vestimenta combativa sindical. Las plantas salen con sus pancartas porque saben el beneficio que ofrecen y reclaman un hueco en ese rincón especial que cada uno debería tener para encontrase a sí mismo.

La exposición aúna una serie de piezas que dialogan entre la pintura y la instalación. La componen tres series de lienzos de mediano y gran formato (El lugar de mi RecreoManifestación Floral Mapa conceptual: Las Plantas se plantan) y tres instalaciones:  Vivero de BanderasPlancartas El Patio de la oficina del Sindicato del Plantón Unido.

Son pinturas de gran contraste y colorido que se caracterizan por lo caótico de sus planos que entremezclan lo onírico y lo surreal  yuxtaponeniendo una naturaleza sin control con elementos cotidianos que representan a lo humano.

El enfoque de las instalaciones trata de usar el humor y la ironía como lenguaje con el que teatralizar una situación de partida surreal: el tropismo vegetal para mejorar nuestras vidas. Una no Acción que pretende repercusión Lao Tseniana.

Las inquietudes de la artista en su trayectoria siempre han versado acerca del entorno natural, la entropía, el juego de las emociones, el azar y el color como protagonista indiscutible.

Renzo Bellini

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